La televisión está presente en nuestras vidas desde que
somos unos bebés. En un principio son los padres quienes gestionan, deciden y
dirigen la utilización de este medio, sin embargo llega un momento en el que,
pasamos a ser nosotros quienes decidimos lo que queremos ver. Ya no vemos la
televisión sentados en el sofá junto a nuestros padres y hermanos, sino que accedemos a los programas desde
nuestra habitación. Según explica Eusebio Megías, director técnico de la FAD :«Gracias a internet los adolescentes ven los contenidos
televisivos cuando y donde quieren, incluso en su cuarto mientras hacen otras
cosas, como las tareas escolares, por lo que la presencia de la figura de
control de los padres respecto al contenido de los mismos, que ya se asumía muy
débil, ahora resulta imposible. La consecuencia es descorazonadora
escuchada en boca de sus protagonistas: muchos son los que se rinden».
Es entonces cuando los padres educadores pierden el control
sobre la formación de sus hijos al no saber gestionar la información que estos
reciben. Voy a explicar esto con un ejemplo de una situación vivida en primera
persona:
Hubo una serie en
televisión titulada “El pacto”, una adolescente queda embarazada y va a ser
expulsada del colegio elitista en el que cursa sus estudios. Sus compañeras
pactan quedarse embarazadas también para presionar al director del centro y
evitar la expulsión. Al margen de cómo estuviera guionizada e interpretada la
serie, las imágenes nos mostraban a unas adolescentes caprichosas, de buen
vivir, guapas, modernas, etc.
Mi madre vió la serie
y al día siguiente mientras comíamos comentamos la situación que estas jóvenes
habían provocado y su resolución. Hablamos sobre la moraleja de tan estúpido
pacto y de las pésimas consecuencias de un acto tan irresponsable.
Quiero contar con esto, que lo acertado no hubiera sido
evitar que yo viera esa serie puesto que de una manera u otra hubiera conocido
su contenido en mi entorno escolar o de amistades. Lo verdaderamente acertado
es que los padres comenten con sus hijos sobre las situaciones que aparecen en
las series. Que expliquen a los adolescentes que los personajes que aparecen en
las series no deben ser un ejemplo de comportamiento, sino que debemos
discernir entre lo que está bien o mal y es permisible en la sociedad real en
la que nos movemos.
Judit Rivero
No hay comentarios:
Publicar un comentario